Castelao y sus estampas

Cuando pensamos en un hombre renacentista, nuestra mente viaja a la Europa de principios del s.XVI y hacia esa mente que fue Da Vinci. Sin embargo, no tenemos que retraernos tanto en el tiempo ni abandonar nuestro hogar para encontrar humanistas actuales. Tal es el caso de Castelao, cuyas estampas me han inspirado tanto en mi trayectoria como artesano del bronce para crear sujetalibros y figuras decorativas con tintes literarios.

Y es que resulta que Castelao, quien nación en Rianxo, La Coruña en 1886 y hubo de morir exiliado en Buenos Aires en 1950, fue médico, político, novelista, pintor y teórico del arte, dibujante, columnista y caricaturista.

El papel, eje de su creación

Los artesanos trabajamos aún con el papel y el lápiz. Quizás por la introspección que genera con uno mismo la concentración que requiere llenar una hoja en blanco con la idea que ha formulado nuestra mente.

Castelao, como buen artesano amanuense, basó su trabajo de retratista de la realidad en el papel: carteles, ilustraciones y estampas. En todas ellas, un hilo común: el esbozo de una Galicia adormecida y sufriente.

Porque Castelao bebió del naturalismo, sí, pero también aportó su propia visión, su perspectiva, y su ojo certero. Esta es la parte que más me atrae de este humanista del siglo XX (anterior a Ortega y Gasset).

Nós, un punto de inflexión

Por muy ruda que sea la vida real, conseguía darle un aire crítico, adentrándose más en las causas que en la emotividad de las consecuencias.

Su mayor expresión lo alcanzó en los turbulentos año preguerra. Aquí nació el álbum Nós -de donde he bebido para crear la figura en bronce homónima -, y poco después, por la propia deriva del país, sus famosas y más (re)conocidas Estampas de guerra.

El propio autor relacionaba el arte con un medio de expresión ante un panorama cada vez sombrío. Así se van cubriendo de dolor, de desesperanza.

Y siempre con su galleguismo por bandera. He aquí otro punto de admiración. En los tiempos que corren, sería tildado de extremista. Mas su único pecado fue dibujar en gallego, escribir en gallego, pintar en gallego.