Quienes trabajamos el bronce conocemos el valor actual que tiene este metal, en especial en forma de escultura en bronce. Su alto valor ha creado toda una industria de falsificación que, por supuesto, afecta a quienes trabajamos honradamente el bronce para darle formas diversas. 

¿Significa esto que las esculturas que se venden como bronce por doquier adolecen de ser todas ellas falsas? Ni mucho menos. Sin embargo, creo conveniente dedicar unas líneas para que en el futuro, conozcamos todos cómo detectar si una figura es de falso bronce. 

El bronce falso

Creo que lo más directo es conocer cómo es el bronce falso y cómo se presenta, para así poder compararlo con el bronce original y establecer su autenticidad con mayor rapidez. 

Cuando se trata de falso bronce, en realidad estamos hablando de una resina que lo imita, o en el mejor de los casos, otro tipo de metales cuyo valor natural es infinitamente menor que el del bronce. 

A estos se les suele cubrir con una pátina artificial que simula la apariencia del bronce. Pero solo la disimula. 

Bastará con agudizar nuestra capacidad de observación para comprobar si realmente se trata de una escultura en bronce o más bien de una pátina sibilina. 

Cómo identificar el bronce falso

El primer indicio que se debe seguir es el precio de la figura en bronce. Dado el trabajo y el coste del material que hay detrás, si se te ofrece una escultura que claman al cielo que es de bronce por un precio mucho menor que la media del mercado de artesanía en bronce, entonces... sospecha cuanto menos. En el mejor de los casos te intentarán vender una figura en cualquier otro metal. 

Los acabados los delatan. Hay que comprender que el bronce, por su propia naturaleza y forma de trabajo, no suele dejar una marca de perfección máxima. Una escultura artesanal hecha en bronce presentará irregularidades con otras figuras similares, ya que no hay forma exacta de crear dos figuras iguales con esta técnica, ni aún de forma seguida. 

Del mismo modo, la coloración que ofrecen las falsas figuras en bronce no consiguen imitar esa tonalidad entre los marrones y verdosos del tiempo. Si tiene una coloración uniforme y exageradamente brillante, es probable que se trate de una pátina de bronce bien pulida. 

Por último, y sin ser agresivos con la pieza en bronce, realice un leve raspado de la superficie. Verá que o bien las siguientes capas muestran unos tonos dorados (sí es bronce auténtico) o plomizos (falso bronce). 

Espero que con estas breves líneas, a partir de ahora sepas identificar con mayor claridad la autenticidad de una pieza vendida como escultura en bronce.