Nimes, arte y tradición bajo la luz mediterránea

En efecto, mientras escribo estas líneas me encuentro frente a uno de los primeros bocetos que dieron lugar al sujetalibros de bronce Portagayola. Parece esperar a que vuelva a él, lo moldee y le dé una segunda oportunidad entre los libros que siempre le rodean.

Precisamente él entre todas las esculturas en bronce no me acompaña en mi nuevo camino a Nîmes y NIMAGINE, le salon des créateurs, el preludio terrestre de la Costa Azul, la conexión de esta con la Meseta Central; nuestra conexión con el pasado, el arte y luz.

Porque muchas son las artes que pueblan la villa capital del departamento de Gard, en el Midi francés; y la suya, como la de Currito Canales, otra de las esculturas literarias en bronce que han tallado mis manos a inspiración de un arte que adquiere en Nîmes la categoría de tradición.

De las artes de Nîmes

Como digo, numerosas son las artes con las que nos atrae cada año la ciudad de Nemausus. Pasear por el parque de la Fontaine me traslada a la Antigua Roma, a los galos, y sus asteriscos y obeliscos, y a los tiempos de cambios.

Si te dejas atrapar por el Templo de Diana, vivirás un pequeño déjà vu con lo lúgubre, ruinoso y decadente espacio que nos recuerdan algunos de los más sórdidos poemas del romántico Lord Byron. No será uno de los enclaves más mimados -como, por supuesto, lo es Les Arenes, el anfiteatro testigo de la Historia y de la Vida-, pero sí uno de los más populares. Hay que vivirlo.

Cada año nos acoge, con su luz y su buen clima. Este año lo notamos menos, pero cuando el otoño en España arrecia, sus tardes calientan a nuestros sujetalibros literarios de bronce. Desde luego, si no es en primavera (mayo, especialmente), la época ideal para disfrutar de la auténtica Nîmes, sin ningún tipo de duda, es el otoño.

Los tonos, con su luz mediterránea, adquieren mayor viveza. Flota en el aire una tranquilidad evocadora. Y sus gentes, siempre sus gentes, se animan a apoyarnos en nuestra quimera artesana.

Así pues, si hacéis parada en las cercanías, os invito a conversar en el stand de NIMAGINE, le salon des créateurs. Juntos haremos compañía a algunos de estos personajes literarios. Y quién sabe, si de nuestra charla acaso no surjan algunos nuevos. De momento, me despido por hoy contemplando al Principito en bronce que me llevo, esta vez sí, conmigo.